Introducción

A diario, en múltiples tareas y entornos laborales, las personas trabajadoras están expuestas a diferentes agentes ambientales presentes en el aire que pueden afectar negativa y gravemente su salud. Estos agentes pueden ser partículas, gases, vapores, etc., que pueden provocar trastornos o enfermedades respiratorias, que pueden ser graves e irreversibles.

Por tanto, es esencial llevar cabo medidas preventivas destinadas a reducir la exposición a dichos agentes perjudiciales, como una ventilación adecuada y la reducción de emisiones de contaminantes, por ejemplo. Si las medidas preventivas de carácter colectivo no son suficientes, se deben tomar medidas de protección individual, siendo la utilización de los Equipos de Protección Respiratoria (EPR) una de las más efectivas.

Como en el caso de cualquier equipo de protección individual, para que éste brinde a la persona usuaria la protección deseada, se debe seleccionar correctamente, ajustar, utilizar y mantener correctamente, así como desecharlo una vez se haya alcanzado el final de su vida útil.

Algunos de los sectores en los que se toman medidas de protección respiratoria más frecuentes son, por ejemplo:

  • Construcción. Por exposición a sílice y amianto, por ejemplo.
  • Industria química: Por exposición a gases y vapores tóxicos, por ejemplo.
  • Minería: Por exposición a polvo y partículas en suspensión, entre otros.
  • Sector sanitario: Principalmente por exposición a agentes infecciosos, como virus, bacterias y hongos.

Equipos de Protección Respiratoria (EPR)

Los Equipos de Protección Respiratoria (EPR) son dispositivos diseñados para evitar la inhalación de agentes o sustancias perjudiciales presentes en el aire. Estos equipos pretenden garantizar que el aire respirado no sea perjudicial para la salud.

En función del tipo de protección que se pretenda brindar, y los agentes contra los que se desee proteger, existen diferentes tipos de equipos de protección respiratoria.

Tipos de equipos de protección respiratoria

Los equipos de protección respiratoria se dividen en dos grupos principales:

  • Equipos filtrantes: Purifican el aire antes de ser inhalado mediante la acción de filtros de diferente tipo. No son aptos para su uso en atmósferas con bajo nivel de oxígeno. En función de cómo pasa el aire a través de los filtros, se dividen en:
    • Equipos filtrantes no asistidos: El aire pasa por el filtro gracias a la acción de la respiración del usuario.
    • Equipos filtrantes asistidos: El aire pasa por el filtro gracias a un sistema motorizado.
  • Equipos aislantes: Proporcionan aire respirable de una fuente independiente, por lo que son indicados para su uso en atmósferas niveles bajos de oxígeno o con presencia de contaminantes altamente tóxicos. Se dividen en tres tipos
    • Equipos aislantes autónomos: El suministro de aire proviene de un recipiente que contiene gas respirable, transportado por la propia persona usuaria. También son conocidos como equipos de respiración autónomos (ERA).
    • Equipos aislantes no autónomos: Suministran aire desde una fuente externa a través de una manguera.
    • Equipos aislantes para evacuación: Utilizados para evacuación en situaciones de emergencia.

Componentes de los Equipos de Protección Respiratoria

Independientemente del tipo, los EPR están compuestos por varios elementos clave que garantizan su eficacia:

  • Adaptador facial (mascarilla o máscara completa): Establece el sello hermético con el rostro. Existen dos tipos de adaptadores faciales:
    • Herméticos: Se ajustan de manera estanca a la cara, impidiendo en la medida de lo posible la entrada de contaminantes. Se destacan los siguientes tipos:
      • Medias máscaras y cuartos de máscaras: En función del tipo, cubren diferentes partes de la cara:
        • Medias máscaras: Cubren nariz, boca y barbilla.
        • Cuartos de máscaras: Cubren nariz y boca.
      • Máscaras completas: Protegen toda la cara y cuentan con filtros más avanzados.
      • Mascarillas autofiltrantes: De un solo uso, filtran partículas del aire (FFP1, FFP2, FFP3). Pueden disponer o no de válvulas de inhalación.
      • Medias máscaras con filtros intercambiables: Cubre nariz y boca, con filtros específicos para partículas o gases.
    • No herméticos: Pueden consistir en cascos, capuchas o incluso trajes de protección, con un ajuste más holgado a la cara. En este caso, permiten la entrada de un caudal de aire suficiente para impedir la entrada de contaminantes.
    • Boquillas: Se utilizan para equipos determinados, como los equipos de evacuación. Se deben utilizar con clip nasal.
  • Sistemas de filtración: Consisten en filtros específicos según el contaminante (partículas, gases, vapores, microorganismos, etc.). Se dividen en dos grupos:
    • Filtros de partículas: Filtran contaminantes en forma de polvo, fibras, humos, microorganismos, etc. Se dividen a su vez en tres clases, en función de su eficacia, desde la clase 1 (baja eficacia), hasta la clase 3 (alta eficacia).
    • Filtros para gases y filtros combinados: Están diseñados para filtrar gases y se pueden combinar con filtros de partículas.
  • Fuente de aire (en equipos aislantes): Puede ser una línea de aire externa o una botella de aire comprimido.
  • Sistema de sujeción: Correas o arneses que aseguran el equipo a la cabeza del usuario.
  • Válvulas de inhalación y exhalación: Garantizan el flujo correcto de aire y evitan la entrada de contaminantes.

Selección correcta de los equipos de protección respiratoria

Uno de los aspectos clave para lograr una correcta protección respiratoria consiste en la elección correcta del equipo de protección adecuado. Para ello, se deben analizar y tener en cuenta muchos factores, como, por ejemplo:

  • Evaluación del riesgo: En el proceso de evaluación del riesgo se recomienda tener en cuenta factores como, por ejemplo:
    • Procesos de trabajo, tareas, maquinaria y productos utilizados.
    • Tipos y niveles de exposición a contaminantes (partículas, gases, vapores, etc.).
    • Concentración de oxígeno en el ambiente de trabajo.
    • Presencia de sustancias peligrosas, propiedades físico-químicas y efectos para la salud.
    • Concentraciones máximas permitidas de contaminantes en el lugar de trabajo.
    • Presencia de posibles atmósferas explosivas.
  • Adecuación del equipo de protección respiratoria: Se considera que un equipo de protección respiratoria es adecuado si consigue reducir la exposición a los contaminantes a un nivel aceptable.

Existe un parámetro específico que brinda una orientación sobre el nivel de protección del equipo de protección respiratoria, el Factor de Protección Nominal (FPN).

El FPN mínimo de un equipo de protección respiratoria se calcula según la siguiente fórmula:

Protección mínima = Concentración del contaminante ambiental / Concentración dentro pieza facial

  • Adaptación del equipo de protección respiratoria: Además de elegir el equipo de protección adecuado para el riesgo contra el que se desea proteger, es fundamental que dicho equipo se adapte a la persona usuaria y a las características de la tarea a realizar. Algunos de los factores que pueden influir en la adaptación del equipo son:
    • Estado físico y de salud de la persona usuaria (fisonomía, condiciones médicas, etc.).
    • Ritmo de trabajo: Los equipos pueden añadir carga física y resistencia respiratoria, que aumentan con el ritmo de trabajo.
    • Visibilidad: Calidad de visión a través del adaptador facial, en su caso.
    • Movilidad: Capacidad de movimiento durante la tarea.
    • Comunicación: Posibilidad de mantener contacto verbal y visual con el entorno.
    • Tiempo de uso: Comodidad durante toda la jornada o turno de trabajo.

Una vez se tenga seleccionado el equipo, se recomiendan realizar pruebas de ajuste en la persona usuaria para garantizar que el equipo brinda la protección adecuada, como se va a mostrar a continuación.

Importancia del ajuste adecuado de los EPR

Como cualquier equipo de protección individual, los equipos de protección respiratoria únicamente brindan la protección deseada si se ajusta correctamente a la persona usuaria, ya que un ajuste incorrecto puede permitir la entrada de contaminantes y perjudicar seriamente las prestaciones de protección.

Para lograr un ajuste óptimo de los equipos de protección respiratoria, se recomienda tener en cuenta diferentes factores, como, por ejemplo:

  • Forma del rostro: Los rostros de cada persona son diferentes, por lo que cada equipo se adaptará de diferentes maneras a cada rostro.
  • Vello facial: El vello facial, como la barba o el bigote constituyen un impedimento al sellado del equipo, perjudicando la hermeticidad del mismo. Por ello, se recomienda afeitar el vello facial cuando se vaya a utilizar un equipo de protección respiratoria.
  • Compatibilidad con otros EPI: La utilización de otros equipos, como gafas o protectores auditivos, pueden interferir con el equipo de protección respiratoria, por lo que se deben seleccionar equipos que sean compatibles.
  • Condiciones y características de la piel: Por ejemplo, la presencia de cicatrices puede afectar el sellado del equipo de protección respiratoria.

Por tanto, para conseguir la correcta colocación y sellado del equipo de protección respiratoria, es fundamental llevar a cabo pruebas de ajuste (fit-test).

Pruebas de Ajuste (Fit-Test)

Las pruebas de ajuste tienen como objetivo verificar que el equipo de protección respiratoria se adapte correctamente a la persona usuaria. Existen dos tipos pruebas:

  • Pruebas Cualitativas: Utilizan sustancias de prueba con olor o sabor (sacarina, amargo de denatonio) para comprobar si el usuario percibe la sustancia al usar el equipo de protección respiratoria.

En caso de que existan fugas entre el rostro y el equipo, la persona participante en la prueba detectará el olor de la sustancia, lo que indicará que el ajuste no ha sido suficiente para brindar protección.

Se basan en la percepción sensorial de la persona que llevará el EPR. Usan sustancias con olor o sabor y, si la persona detecta el olor o el sabor, es indicativo de que existen fugas entre el rostro y el equipo, y el ajuste no es suficiente para ofrecer protección.

La ventaja que tienen las pruebas cualitativas es su sencillez y rapidez, mientras que su principal inconveniente son su cierto grado de subjetividad, al estar basadas en una percepción sensorial.

  • Pruebas Cuantitativas: Utilizan instrumentos que miden la cantidad de partículas dentro y fuera de la mascarilla, para evaluar el grado de efectividad de la barrera que ejerce el equipo de protección respiratoria.

En estas pruebas miden de manera precisa el ajuste. Se utiliza un aparato especializado que brinda un factor de ajuste, que debe alcanzar un valor mínimo para garantizar que el equipo de protección respiratoria se ajuste adecuadamente (por ejemplo, en mascarillas tipo FPP, el factor mínimo debe ser 100).

Estas pruebas brindan información meramente objetiva, ya que se basa en los datos suministrados por la instrumentación, dependiendo del factor de ajuste ya indicado.

Realizar fit-test al menos una vez al año y siempre que haya cambios en el equipo o en las condiciones faciales del trabajador (pérdida de peso, cirugía, crecimiento de barba).

Conclusión

La protección respiratoria es una medida esencial en numerosos sectores para reducir la exposición a agentes contaminantes en la atmósfera de trabajo y evitar consecuencias graves e irreversibles para la salud. Para que los equipos de protección respiratoria brinden la protección deseada, es esencial seleccionar el tipo adecuado, compatible con otros EPI y adaptado a las condiciones del entorno y de la persona usuaria.

Además, el ajuste correcto del equipo es un factor determinante para su eficacia. Las pruebas de ajuste, tanto cualitativas como cuantitativas, permiten verificar que el equipo de protección proporciona un sellado adecuado y evita la entrada de contaminantes, convirtiéndose así en una herramienta indispensable dentro de la estrategia preventiva.

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