Cada día, miles de personas llevan a cabo trabajos en altura, enfrentándose a riesgos significativos de caídas a distinto nivel. Estos accidentes pueden tener consecuencias graves e irreversibles, llegando incluso a causar la muerte. Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en España, durante 2023, cada día aproximadamente 2 personas sufrieron lesiones graves por caídas a distinto nivel, y 3 personas fallecieron cada dos semanas debido a este tipo de accidentes.

Se considera que el trabajo en altura es aquel en el que existe el riesgo de caída desde una altura superior a 2 metros. Caer desde más de 2 metros de altura ya puede producir consecuencias graves, que pueden ser irreversibles, e incluso la muerte. Por ello, es esencial implementar medidas preventivas para minimizar dichos riesgos y garantizar la seguridad y salud. Cuando no se puede proteger a las personas mediante medidas de protección colectiva se deben utilizar equipos de protección individual anticaídas.

Uno de los aspectos clave para que dichos EPI cumplan con su función protectora es el uso correcto de dichos equipos, y por ello es fundamental que las personas usuarias reciban una formación suficiente y adecuada en la utilización de los EPI, como así lo establece el artículo 19 de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales.

Contextos de utilización de equipos anticaídas

Existen múltiples actividades laborales en las que el riesgo de caídas en altura está presente. A continuación, se muestran ejemplos de algunas de ellas:

  • Tareas de mantenimiento, restauración y reparación.
  • Montaje de instalaciones, antenas, etc.
  • Trabajos sobre cubiertas.
  • Trabajos en andamios.
  • Trabajos en plataformas elevadoras.
  • Trabajos en tejados, árboles, rampas, etc.
  • Trabajos verticales.

En cualquiera de estas situaciones, la formación sobre los equipos anticaídas es un requisito imprescindible para su uso correcto y garantizar la seguridad y salud. Además, las empresas deben proporcionar el equipo adecuado y cumplir con la normativa y legislación vigentes.

Formación sobre equipos anticaídas

La formación suficiente y adecuada a la que se refiere la legislación es esencial para garantizar la seguridad y salud, reduciendo significativamente el riesgo de accidentes laborales, ya que una persona correctamente instruida operará de manera correcta y segura los EPI.

En la normativa y legislación española no existen requisitos sobre el contenido que debe incluir la formación sobre el uso de los EPI. Son las entidades que imparten formación las que deben diseñar y configurar los contenidos de dicha formación para que sea suficiente y adecuada para garantizar la protección deseada.

No obstante, en este artículo se muestran a continuación un listado no exhaustivo de contenidos recomendables que se podrían incluir en una formación sobre la utilización de EPI anticaídas:​

  • Evaluación de riesgos

De manera previa a cualquier trabajo en altura, es fundamental identificar y evaluar los posibles riesgos asociados. La formación podría incluir:​

  • Identificación de los riesgos: Reconocer situaciones y condiciones en las que existan riesgos de caída a distinto nivel desde una altura.​
  • Evaluación: Analizar las consecuencias de los riesgos identificados.​
  • Medidas preventivas: Conocer qué estrategias y medidas se deben planificar para minimizar o eliminar los riesgos.​
  • Legislación y normativa vigente

Es muy importante que las personas usuarias conozcan y comprendan la legislación y normativa relacionada con los trabajos en altura y el uso de EPI anticaídas.

  • Conocimiento y selección de los EPI anticaídas

Es fundamental que las personas usuarias se familiaricen con los diferentes tipos de EPI disponibles y conozcan cómo seleccionarlos adecuadamente en función del trabajo que se vaya a realizar. La formación podría incluir:​

  • Tipos de EPI: Como los sistemas anticaídas, sistemas de sujeción o retención, sistemas de rescate, etc.
  • Componentes o elementos de los EPI. Como anclajes, arnés anticaídas, conectores, elementos de amarre, dispositivos anticaídas, retráctiles, absorbedores de energía, cuerdas, etc.
  • Criterios de selección: Según el lugar y entorno del trabajo, altura, características y duración de las tareas, persona usuaria, etc.​
  • Compatibilidad de componentes: Se debería conocer que todos los elementos del EPI deben ser compatibles entre sí para garantizar su eficacia.
  • Uso correcto de los EPI anticaídas

Aspecto vital para que los EPI brinden sus prestaciones óptimas y por tanto la protección deseada. La capacitación podría incluir:​

  • Colocación y ajuste: Cómo colocar y ajustar correctamente los diferentes elementos de los equipos de protección, según las indicaciones del fabricante, para garantizar su eficacia.
  • Conexión adecuada de componentes: Cómo conectar los distintos elementos del EPI, según las indicaciones del fabricante.
  • Utilización del EPI: Teoría y práctica sobre la utilización de los EPI, siempre según las instrucciones del fabricante.
  • Retirada del EPI: Igual de importante que su colocación, es la formación sobre cómo quitarse el equipo, según las instrucciones del fabricante, evitando posibles errores que puedan comprometer su funcionamiento en el futuro.
  • Mantenimiento e inspección de los EPI

Para que un EPI funciones correctamente debe ser mantenido en un estado óptimo. La formación podría incluir:​

  • Inspección previa al uso: Cómo revisar visual y funcionalmente cada componente antes de su utilización.​
  • Revisiones periódicas: Conocer que el EPI debe ser revisado periódicamente por personal competente, según establezca el fabricante.
  • Cuidado: Conocer los procedimientos de limpieza y conservación que se deben llevar a cabo, según las recomendaciones del fabricante.​
  • Detección de daños o deterioro: Aprender a identificar daños, signos de deterioro, etc., que puedan comprometer la seguridad y cuándo es necesario reemplazar un equipo.​
  • Caducidad, eliminación y reemplazo: Es necesario conocer la vida útil de los equipos y cómo proceder a su eliminación, o reemplazo cuando sea necesario, ya que una vez superado dicho período de tiempo, no se tienen garantías de la capacidad de protección del equipo.
  • Rescate y emergencia

Además de las medidas preventivas, es vital conocer el procedimiento de actuación en caso de una caída o emergencia. La formación podría incluir:​

  • Planes de rescate: Procedimientos específicos de rescate a una persona en suspensión.​
  • Uso de equipos de rescate: Familiarización con dispositivos como descensores, poleas y sistemas de izado.​
  • Coordinación y comunicación: Conocer protocolos de comunicación y responsabilidades durante una emergencia.​
  • Actualización y reciclaje formativo

Se recomienda además llevar cabo de manera periódica formaciones de actualización o reciclaje sobre los conocimientos sobre los EPI anticaídas. Esta formación se podría estructurar:​

  • Sesiones de refuerzo: Programación de formaciones periódicas para reforzar conocimientos y prácticas seguras.​
  • Actualización de contenidos: Novedades y estado de la técnica, cambios legislativos y/o normativos, así como el conocimiento aprendido por incidentes previos.​
  • Evaluaciones continuas: Pruebas y simulacros periódicos para evaluar la competencia y preparación de las personas usuarias.​

Además de la formación teórica, es importante que realizar formación práctica en entornos controlados, en los que el personal pueda familiarizarse con los equipos y aprender a reaccionar correctamente ante posibles emergencias.

Conclusión

El trabajo en altura implica riesgos significativos e importantes que pueden tener como consecuencia accidentes graves o fatales. Para minimizar dichos riesgos, es necesario implementar medidas preventivas, como el uso adecuado de equipos de protección individual (EPI). La formación en el uso correcto de los EPI anticaídas no cumple únicamente con los requisitos legales, sino que también es clave para garantizar la seguridad y salud de las personas trabajadoras. Asimismo, una constante actualización y reciclajes formativos periódicos permiten mantener un nivel adecuado de preparación y conocimiento sobre tanto en el uso de estos equipos como sobre normativas, estado de la técnica y procedimientos de emergencia. En conclusión, gracias a una adecuada actividad preventiva, formación, uso correcto de los EPI y cumplimiento legal se puede reducir la incidencia de accidentes y mejorar la protección de quienes llevan a cabo trabajos en altura.