Desde el que nuestros antepasados homínidos adoptaron la bipedestación dejando nuestras extremidades superiores libres para desplazarse, las manos han sido fundamentales como herramientas para nuestra actividad, permitiendo el desarrollo de nuestra especie y los avances tecnológicos obtenidos hasta el momento. En el mundo laboral, las manos son dos de las partes del cuerpo más expuestas e igualmente más valiosas. En múltiples sectores, desde la construcción pasando por la industria, sanidad o agricultura, por ejemplo, los riesgos a los que las manos están sometidas son muy diversos y numerosos. Algunos ejemplos de estos riesgos son los cortes, quemaduras, productos químicos, temperaturas extremas, agentes biológicos o impactos mecánicos. Por ello, la protección de manos y brazos no solo es necesidad, sino también una obligación en la prevención de riesgos laborales.
Según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en España en 2024 se notificaron 43.408 accidentes que produjeron lesiones en las manos con baja laboral, lo que implica que aproximadamente 5 personas a la hora. Este dato pone de manifiesto la frecuencia con la que se producen estos accidentes y la importancia en insistir en llevar a cabo acciones de concienciación en todos los sectores sobre la protección de las manos y el uso de los EPI adecuados.
Importancia de la protección de las manos
Como se ha podido comprobar con los datos anteriores, las lesiones en las manos figuran entre las más frecuentes en los accidentes laborales. Esto se debe lógicamente a que son utilizadas para la inmensa mayoría de tareas, convirtiéndolas en un objetivo fácil para cortes, abrasiones, aplastamiento, contacto con sustancias peligrosas, etc. Las estadísticas laborales no dejan lugar a dudas: las lesiones en manos y brazos figuran entre las más comunes en accidentes laborales.
A continuación, se muestran algunos factores clave que demuestran la importancia de su protección:
- Alta frecuencia de accidentes: Como se ha comentado, los accidentes con consecuencias de lesiones en las manos se producen con una alta frecuencia, lo que se traduce en costes personales, de salud, y económicos para empresas y administraciones públicas.
- Complejidad anatómica: Las manos están formadas por huesos pequeños, nervios y tendones que, cuando se lesionan, requieren tratamientos largos y costosos, que en muchos casos no llegan a conseguir una recuperación funcional plena.
- Precisión y destreza: Una lesión puede producir secuelas que afecten a la motricidad de las manos, lo que puede afectar a la capacidad de realizar tareas profesionales.
Es por ello que para prevenir dichas lesiones se deben llevar a cabo una serie de medidas preventivas, como la utilización de Equipos de Protección Individual (EPI) adecuados.
Diversidad de guantes para diferentes riesgos
Uno de los principales y más comunes errores es suponer que un solo tipo de guante va a brindar protección para todas las tareas laborales, y no es así. Cada tarea y cada entorno laboral presentan diferentes riesgos específicos que deben tomarse en cuenta en la evaluación, requiriendo diversas formas de protección. Por este motivo, existen diferentes tipos de guantes diseñados para hacer frente a los distintos tipos de riesgos.
A continuación, se muestran ejemplos de los riesgos más frecuentes, así como la normativa de referencia.
Riesgos mecánicos
Los riesgos mecánicos incluyen cortes, abrasiones, pinchazos o impactos. Son comunes en industrias como el metal, la construcción, automoción, alimentación o agricultura.
Los materiales de los guantes pueden ser cuero, cuero, nylon, kevlar, nitrilo, PVC, malla metálica, por ejemplo.
- Normativa de referencia:
- EN 388. Guantes de protección contra riesgos mecánicos.
- EN ISO 11393-4. Guantes de protección contra sierras de cadena accionadas a mano.
- EN 1082-1 y EN 1082-2. Guantes de protección contra cortes producidos por cuchillos de mano (de materiales de malla metálica o no, respectivamente).
Riesgos químicos
Consisten en la exposición a sustancias químicas, como ácidos, disolventes, aceites o productos de limpieza agresivos.
Los guantes contra riesgos químicos pueden estar hechos de nitrilo, látex, neopreno, butilo o PVC, por ejemplo.
- Normativa de referencia: EN ISO 374-1. Guantes de protección contra productos químicos.
Riesgos térmicos
Exposición al calor extremo, fuego o frío intenso. Son riesgos frecuentes en soldadura, fundición, industria alimentaria o cámaras frigoríficas.
Los guantes contra riesgos térmicos pueden estar fabricados de cuero, kevlar, tejidos aluminizados, PVC, o látex, por ejemplo.
- Normativa de referencia:
- EN 407. Guantes contra riesgos térmicos por calor y/o fuego.
- EN 511. Guantes contra riesgos térmicos por frío.
Riesgos eléctricos
Peligro de descargas por manipulación de sistemas eléctricos o líneas de tensión.
Los guantes contra riesgos eléctricos pueden estar fabricados de látex, caucho o polímeros de alta resistencia, por ejemplo.
- Normativa de referencia:
- EN 60903. Guantes aislantes eléctricos.
- EN 16350. Guantes con propiedades electrostáticas.
Riesgos biológicos
Exposición a microorganismos, virus o agentes patógenos. Riesgo de importancia en sanidad, laboratorios y sector alimentario.
Los guantes de protección contra riesgos biológicos pueden ser de látex, nitrilo o vinilo con alta barrera de impermeabilidad.
- Normativa de referencia: EN ISO 374-5 (Guantes de protección contra microorganismos).
Riesgos por radiación
Exposición a radiaciones ionizantes y contaminación radiactiva.
Los guantes de protección contra riesgos por radiación suelen contener plomo u otros elementos metálicos pesados, en una o más capas, para atenuar la radiación.
- Normativa de referencia: EN 421. Guantes de protección contra radiaciones ionizantes y contaminación radiactiva.
Lucha contra incendios
También existen guantes de protección contra los riesgos derivados de la actividad de lucha contra incendios.
Los guantes utilizados por los bomberos para la lucha contra incendios suelen estar fabricados de materiales resistentes contra el fuego como el kevlar o nomex.
- Normativa de referencia: EN 659. Guantes de protección para bomberos.
Requisitos generales
En el complejo proceso de selección de los guantes de protección no sólo únicamente se recomienda tener en cuenta la normativa relativa a los riesgos específicos.
Los guantes, de manera general, deben cumplir una serie de requisitos de diseño y prestaciones comunes a todos ellos, así como requisitos comunes de marcado y la información que debe suministrar el fabricante.
De manera adicional a estos requisitos, cada tipo de guante de protección contra los diferentes riesgos específicos debe cumplir con los correspondientes establecidos en las normas específicas que ya hemos citado anteriormente.
La norma de referencia para los requisitos generales es la norma EN ISO 21420.
Claves para una selección correcta de los guantes de protección
Para poder brindar la protección deseada para las manos, se deben seleccionar correctamente los equipos de protección adecuados en un proceso complejo. A continuación, se destacan una serie de aspectos clave recomendables:
- Identificar el riesgo contra el que se necesita proporcionar protección.
- El EPI debe ser seguro. Para ello, debe cumplir con la legislación y normativa aplicable, verificando la documentación que lleva adjunta, junto con la declaración UE de conformidad, los correspondientes marcados CE y los requeridos por las normas de aplicación.
- EPI adecuado al riesgo. Se debe comprobar que el EPI es adecuado para el riesgo en función de su clasificación, diseño, materiales y prestaciones.
- EPI ergonómico y adaptado a la persona. Otro aspecto esencial es la ergonomía y adaptabilidad a la persona y comodidad del EPI. En caso contrario, la persona usuaria no va a utilizar el EPI, no recibiendo la protección deseada.
- Formación en la utilización y mantenimiento de los EPI. Se recomienda formar al personal usuario de los equipos para poder utilizar y mantener los equipos según las indicaciones del fabricante y recibir una protección óptima.
Mejoras tecnológicas de los guantes de protección
La industria de los EPI ha avanzado notablemente en los últimos años. Las nuevas generaciones de guantes ya no solo buscan proteger, sino también mejorar la experiencia de uso, la productividad y la sostenibilidad. Algunas de las principales innovaciones incluyen:
Materiales
- Fibras de alta resistencia que brindan mayor protección mecánica con menor grosor.
- Guantes de poliisopropeno y neopreno. Utilizando tecnologías que evitan los aceleradores químicos en los procesos de fabricación, que son causantes de alergias.
Ergonomía
- Modelos anatómicos de guantes que reducen la fatiga muscular en usos prolongados.
- Zonas reforzadas o flexibles según el movimiento natural de la mano.
- Guantes con materiales ligeros que simulan la piel, mejorando la sensibilidad táctil sin sacrificar seguridad.
Conectividad
- Guantes con sensores integrados: Se están explorando posibilidad de incorporar en los guantes de protección sensores que midan temperatura, presión o exposición química en tiempo real.
- Compatibilidad con pantallas táctiles, para utilizar dispositivos electrónicos.
Sostenibilidad
- Materiales biodegradables o reciclados, especialmente en guantes desechables.
- Procesos de fabricación con menor consumo de agua y químicos.
- Reducción del uso de disolventes peligrosos como la dimetilformamida (DMF), presente en algunos guantes de poliuretano.
Conclusión
Desde su papel clave en la evolución humana hasta su protagonismo en el entorno laboral actual, las manos siguen siendo una herramienta indispensable para la actividad humana. Su exposición constante a numerosos riesgos en múltiples sectores obliga a prestar especial atención a su protección. Los datos sobre accidentes laborales en España ponen de manifiesto de manera clara la necesidad urgente de fomentar la cultura preventiva sólida y el uso adecuado de los Equipos de Protección Individual (EPI), fundamentalmente guantes de protección.
La diversidad de guantes de protección responde a una amplia gama de riesgos: como riesgos mecánicos, químicos, térmicos, eléctricos, biológicos, por ejemplo. Para que la protección que brinde el guante sea efectiva, es fundamental llevar a cabo una correcta evaluación del riesgo, seleccionar el guante adecuado y garantizar su uso adecuado según las instrucciones del fabricante. Además, las innovaciones tecnológicas permiten ofrecer equipos de protección cada vez más seguros, cómodos, conectados y sostenibles.
La protección de manos no es únicamente un deber de cumplimiento legal: es una inversión en salud, productividad y bienestar para quienes trabajan diariamente, con sus manos, en el progreso de nuestra sociedad.






