Un, dos, tres…los elementos fundamentales en protección anticaídas

En esta entrada del blog queremos tratar de explicar cuáles son los componentes fundamentales de los sistemas de protección contra caídas de altura, con el fin de poder dar una visión general acerca de la complejidad que supone la selección y uso de este tipo de equipos.

Los Equipos de Protección Individual (EPI) son, en ocasiones, el último recurso preventivo que nos protegerá frente a un riesgo específico que amenace nuestra salud y seguridad.

Muchos EPI trabajan en solitario a modo de escudo, interponiéndose entre nosotros y la fuente de riesgo, como por ejemplo una mascarilla autofiltrante o unas gafas de protección contra la radiación.

Otros tipos de EPI, actúan ejerciendo un papel determinado en un sistema que, bien diseñado y seleccionado, nos mantiene a salvo del riesgo que queremos atajar. Uno de los ejemplos más representativos de este tipo de protección, ofrecida mediante un sistema de protección, son los distintos tipos de EPI que conforman un sistema de protección contra caídas de altura.

En esta entrada del blog queremos tratar de explicar cuáles son los componentes fundamentales de los sistemas de protección contra caídas de altura, con el fin de poder dar una visión general acerca de la complejidad que supone la selección y uso de este tipo de equipos.

¿Cuáles son los componentes de un sistema de protección anticaídas?

Un sistema de protección anticaídas se basa en la utilización conjunta de tres elementos básicos de protección, los cuales, por sí solos, no pueden ofrecer la protección necesaria contra una caída de altura, pero que bien seleccionados y ensamblados supondrán la diferencia entre un trabajo seguro y un accidente con consecuencias funestas.
Para evitar los riesgos derivados de una caída, es necesario diseñar e instalar un sistema anticaídas, el cual se compone de tres elementos de igual importancia y peso para la seguridad del usuario que hará uso del mismo:

  • Dispositivo de anclaje
  •  Elementos de conexión
  • Elemento de prensión del cuerpo, que en el caso de un sistema de protección anticaídas sólo puede ser un arnés anticaídas.

En la ilustración 1 vemos un esquema de la posición que ocupa cada uno de estos elementos en el sistema.

Ilustración 1 Elementos constitutivos de un sistema anticaídas. Fuente: INSST

¿Qué tipos de dispositivos de anclaje podemos encontrarnos?

El dispositivo de anclaje es el primer elemento de todo el sistema en el que se debe pensar. Si bien no resulta el elemento más importante, ya que todos y cada uno de ellos son críticos, sí que suele representar el elemento que mayor tiempo requiere en cuanto a su selección. Deberá ser lo suficientemente seguro y estable como para poder soportar las fuerzas que se generen en el caso de que se produzca una caída. 

Del mismo modo, y en caso de que este punto de anclaje esté sujeto a su vez a un elemento estructural, este último debe ser lo suficientemente resistente como para poder resistir las tensiones que experimentará cuando le sean transmitidas las fuerzas derivadas de la caída de una persona. 

Por todos estos factores a tomar en consideración, resulta indispensable que el diseño e instalación del punto de anclaje sea una labor que lleve a cabo un profesional debidamente cualificado, y que sea capaz de asegurar que la estructura sobre la que se instala el punto de anclaje, y el propio punto de anclaje, sean capaces de soportar las fuerzas a las que puede verse sometido en base a las cargas máximas admisibles especificadas por el fabricante del equipo. 

La norma europea aplicable a los dispositivos de anclaje es la EN 795:2012. Esta norma describe cinco tipos de dispositivos de anclaje:

  1. Dispositivo de anclaje tipo A: Dispositivo de anclaje con la necesidad de anclaje(s) estructural(es) o elemento(s) de fijación a la estructura.

  2. Dispositivo de anclaje tipo B: dispositivo de anclaje sin necesidad de un anclaje(s) estructural(es) o elemento(s) de fijación a la estructura.

  3. Dispositivos de anclaje tipo C: Líneas de anclaje flexibles horizontales.

  4. Dispositivos de anclaje tipo D: dispositivo de anclaje que emplea una línea de anclaje rígida.

  5. Dispositivos de anclaje tipo E. Anclajes de peso muerto para uso en superficies horizontales. 

De todos estos tipos de dispositivos de anclaje, sólo los dispositivos tipo B y tipo E están cubiertos por el Reglamento (UE) 2016/425, siendo considerados EPI de categoría III.

¿Qué papel juega el subsistema de conexión en un sistema anticaídas?

Se trata de un sistema que se encarga de conectar el punto de anclaje con el sistema de prensión del cuerpo. 

Además, en el caso particular de un sistema de protección contra caídas, debe incorporar un dispositivo que absorba la energía cinética que se produce durante la caída de forma que la detención de la caída sea segura para el usuario, consiguiendo que la fuerza de choque cuando se produzca la parada sea inferior a 6 kN. 

A su vez puede estar compuesto por uno o varios componentes o elementos cuyas normas se detallan en la Tabla 1. 

Se trata también de un sub-sistema cuyo diseño requiere de una cierta carga de trabajo en cuanto a su planificación, ya que el tipo de sistema a utilizar, y los componentes del mismo variarán ampliamente dependiendo de las situaciones. 

Esto pone de manifiesto que, en sistemas de protección contra caídas, hay muy pocas soluciones válidas para una situación concreta.

Subsistema

Descripción

Norma aplicable

Sistemas de acceso de cuerda. Dispositivos de reglaje de cuerda

Componente que se monta sobre una línea de anclaje, que permite al usuario variar su posición a lo largo de la misma. Los sistemas de acceso mediante cuerda incluyen dos subsistemas fijados por separado, una como línea de trabajo y otro como línea de seguridad. Hay de tres tipos:

  • Tipo A (anticaídas)

  • Tipo B (bloqueador)

  • Tipo C (descensor)

EN 12841:2006

Dispositivos anticaídas deslizante sobre línea de anclaje rígida

Sistema formado por una línea de anclaje rígida, un dispositivo anticaída deslizante con bloqueo automático unido a ella y un conector o un elemento de amarre terminado en un conector. Este elemento puede llevar incorporado un sistema que permite la absorción de energía a la que hacíamos referencia.

EN 353-1:2014+A1:2017

Dispositivos anticaídas deslizante sobre línea de anclaje flexible

Sistema formado por una línea de anclaje flexible (cuerda de fibras sintéticas o cable metálico), un dispositivo anticaída deslizante con bloqueo automático unido a ella y un conector o un elemento de amarre terminado en un conector. Este elemento puede llevar incorporado un sistema que permite la absorción de energía a la que hacíamos referencia.

EN 353-2:2002

Elementos de amarre

Elemento de conexión o componente de un sistema. Puede ser una cuerda de fibras sintéticas, un cable metálico, una banda o una cadena. 

En un sistema anticaídas, los elementos de amarre deben utilizarse suelen conjuntamente con los absorbedores de energía en caso de que esta función no se incorpore en otro elemento del sistema anticaídas. Un absorbedor de energía es un elemento destinado a absorber la energía cinética desarrollada en una caída.

EN 354:2010

Absorbedores de energía

Elemento destinado únicamente a absorber la energía cinética desarrollada en una caída. Estos elementos pueden instalarse junto a elementos de amarre u otros sistemas de conexión (siempre según indicaciones del fabricante)

EN 355:2002

Dispositivos anticaídas retráctiles

Dispositivos anticaídas que dispone de una función de bloqueo automática en caso de producirse una caída y de un mecanismo automático de tensión y retroceso del elemento de amarre, es decir, un elemento de amarre retráctil que permite al usuario realizar desplazamientos en sentido vertical.

EN 360:2002

Conectores

Dispositivo con apertura usado para conectar componentes, el cual permite al usuario ensamblar un sistema para engancharse directa o indirectamente a un anclaje. Hay cinco clases:

  • Conector básico (clase B)

  • Conector multi-uso (clase M)

  • Conector de terminación (clase T)

  • Conector de anclaje (clase A)

  • Conector de rosca (clase Q)

EN 362:2004

Cuerdas trenzadas con funda, semiestáticas

Cuerdas para uso en combinación con dispositivos de ascenso, descenso y seguridad, en el acceso mediante cuerda, para la sujeción en el punto o puesto de trabajo. Cuerdas de alargamiento bajo y capaces de resistir las fuerzas generadas en una caída.

EN 1891:1998

Tabla 1 Tipos de sub-sistemas de conexión

¿Qué tipos de elementos de prensión del cuerpo puedo usar en un sistema anticaídas?

Como ya hemos comentado anteriormente, el arnés anticaídas es el único dispositivo de prensión del cuerpo destinado a parar las caídas no debiendo usarse nunca, en ningún caso, cinturones o arneses de asiento para fines de detención de una caída. 

La función del arnés anticaídas es la de asegurar y sostener el cuerpo del usuario en el caso de una caída. Podemos ver la normativa aplicable a estos dispositivos en la Tabla 2:

Norma

Nombre

Descripción

EN 361:2002

Arneses anticaídas

Dispositivo de prensión del cuerpo destinado a parar las caídas. 

Algunos arneses anticaídas pueden incorporar cinturones de sujeción según EN 358:1999.

Los arneses anticaídas según EN 361:2002 también pueden incorporar arneses de asiento según EN 813:1997

¡IMPORTANTE! Los cinturones de sujeción según EN 358:1999 y los arneses de asiento según EN 813:2008 son elementos de sujeción y retención y nunca deben usarse como elemento de prensión del cuerpo con objeto de una caída. Para detener una caída el enganche debe hacerse SIEMPRE a un arnés anticaídas según EN 361:2002.

Tabla 2 Elementos de prensión del cuerpo

El diseño adecuado del sistemas anticaídas resulta esencial

Un sistema anticaídas va mucho más allá de ser un mero conjunto de elementos que pueden ensamblarse a la ligera. 

A la complejidad que reside en fases tan críticas como el asegurarse de que el punto de anclaje y la estructura resistan las fuerzas generadas durante una caída, hay que unirle otras consideraciones básicas que deberán ser tomadas en consideración a la hora de configurar e instalar estos sistemas. 

De entre todas ellas, aquí sólo citaremos algunas de las más importantes como, por ejemplo:

  1. Reducción del factor de caída. El factor de caída es la relación entre la altura de la caída y la longitud de la cuerda que hay entre el punto de anclaje y el usuario. Cuanto mayor sea este factor, mayor será la fuerza que soportará el usuario cuando se detenga la caída, ya que habrá un tiempo mayor de caída libre.  

En el diseño del sistema anticaída se debe disminuir tanto como sea posible la altura de caída libre lo máximo posible. Para ello se intentará colocar el elemento de anclaje tan por encima del punto de anclaje del arnés del usuario como sea posible.

  1. Evitar el efecto péndulo en la caída. Mediante la limitación de la longitud del subsistema de conexión o la ubicación del punto de anclaje para evitar que el usuario se encuentre en una posición desde la que la distancia de caída hasta el suelo, u otro obstáculo, excede la longitud del elemento de amarre. 

Este fenómeno es uno de los factores a tener en cuenta en el diseño de sistemas anticaídas en los que una línea de anclaje horizontal actúa como dispositivo de anclaje.  

  1. La distancia libre disponible. La distancia de caída libre hasta el suelo, o el obstáculo más inmediato contra el que el usuario puede impactar en caso de producirse una caída, deberá ser suficiente como para evitar la colisión del usuario teniendo en cuenta la elongación de los componentes del sistema tales como flecha de una posible línea de anclaje, elongación máxima de un absorbedor de energía, distancia de frenado de un dispositivo anticaídas, etc. 

Estos cálculos deberán ser realizados a partir de la información suministrada por el fabricante de cada uno de los elementos del sistema.

Como vemos, el diseño, instalación y uso de un sistema anticaídas no es una cuestión sencilla que se solucione simplemente adquiriendo sus elementos en un suministro industrial. 

Es necesaria la realización de una serie de cálculos y la toma en consideración de una serie de factores que, en caso de ser obviados, pueden desembocar en las más funestas consecuencias. 

Además de todo ello, deberemos tener en cuenta que resulta esencial el correcto mantenimiento de los elementos del sistema (según instrucciones del fabricante) así como la debida formación que deben recibir todos los usuarios de estos sistemas.