Los pies son una de las partes del cuerpo que más sufren los efectos de las temperaturas extremas. En verano, los pies, en particular, sufren un sobrecalentamiento y una sudoración excesiva durante esta época del año, lo que puede ocasionar molestias e incluso problemas de salud.

El pie soporta todo el peso del cuerpo durante una parte importante de la jornada laboral en personas que desempeñan su trabajo de pie. día de pie. No cuesta mucho imaginar cómo debe ser la jornada de las personas que trabajan en la hostelería, viajando casi a la velocidad del sonido en una terraza atestada de turistas, o la de una persona que trabaje en la construcción durante las jornadas estivales. Además de las molestias y peligros que suponen la exposición a las condiciones de trabajo en el verano, una elección inadecuada del calzado puede suponer que estas personas tengan todo el día los pies sudorosos, doloridos o con lesiones de diverso tipo. Aunque podría parecer sólo una cuestión de molestias menores, esto puede ser el detonante de enfermedades profesionales o incluso de accidentes que afecten a la zona del pie.

Según datos del Ministerio de Trabajo, los accidentes profesionales en jornada laboral que provocan una lesión en las extremidades inferiores representan aproximadamente, de manera más o menos constante a lo largo de los años, el 29% del total de accidentes con baja laboral. El 52,2% de estos accidentes en las extremidades inferiores, se lesionaron el tobillo, el pie o los dedos del pie, zonas susceptibles de protegerse de diversas formas por el calzado de uso profesional, y principalmente por el calzado de seguridad (EN ISO 20345), el calzado de protección (EN ISO 20346) o el calzado de trabajo (EN ISO 20347).

La consistencia en las cifras de accidentes laborales con lesiones en las extremidades inferiores supone costos significativos no solo para quienes trabajan en estas condiciones, sino también empleadores en pérdida de productividad (trabajadores de baja, que trabajan a menor ritmo, etc.)

¿Por qué la ergonomía y el confort importan en la elección del calzado?

En la prevención de este tipo de dolencias y accidentes, la ergonomía juega un papel muy relevante que no siempre es conocido y apreciado. La ergonomía es la ciencia de diseñar lugares de trabajo y equipos para que se adapten al trabajador, promoviendo la comodidad, la seguridad y la eficiencia. Elegir el calzado adecuado es un aspecto crucial de la ergonomía, especialmente cuando se trabaja largas horas en climas cálidos.

Aunque la función primaria y más conocida del calzado de seguridad y trabajo es evitar resbalones, caídas al mismo nivel o impactos, cortes, etc., no debe olvidarse que si un Equipo de Protección Individual (EPI) no se selecciona adecuadamente, es probable que no se use o no se use durante la exposición al riesgo y ahí es donde empiezan los problemas.

Por ejemplo, en el sector del calzado de uso profesional, la elección del EPI a menudo se basa en el precio. Esto puede llevar a que los trabajadores opten por calzado barato e incómodo, incluso si no proporciona la protección necesaria. En última instancia, esto puede exponerlos a riesgos al usar calzado más cómodo, como una simple zapatilla deportiva sin mayor protección (o incluso ¡unas sandalias!), lo cual suele equivaler a ir a trabajar con el pie desnudo.

¡Vence al calor! Busca calzado ligero, transpirable, cómodo ¡y seguro!

La buena noticia es que los avances en el diseño del calzado y la ciencia de los materiales están mejorando constantemente las opciones para los entornos de trabajo de verano. Los fabricantes están priorizando características como la transpirabilidad, la construcción liviana y la absorción de impactos sin comprometer los estándares de seguridad. Al priorizar los principios ergonómicos al elegir el calzado, los trabajadores pueden experimentar un aumento significativo en la comodidad y reducir el riesgo de problemas futuros en los pies.

Algunas de las características que deberemos tener en cuenta a la hora de seleccionar el calzado en verano son:

  • Materiales transpirables: En la normativa aplicable al calzado de seguridad, trabajo y protección, se mide el parámetro “permeabilidad al vapor de agua y coeficiente”. Los valores mínimos establecidos en norma son 0,8 mg/cm2h para la permeabilidad al vapor de agua y de 15 mg/cm2h para el coeficiente de vapor de agua. Cuanto mayor sean estos valores, mejor transpiración.
  • Peso ligero: Siempre es esencial alcanzar un compromiso entre seguridad y protección. Cuanto más ligero sea el calzado que seleccionemos, menor será el esfuerzo requerido para moverse, algo que tendrá un impacto en el bienestar de la persona que debe llevar el calzado y que se notará en su productividad a corto y largo plazo.
  • Absorción de energía en la zona del tacón. Las personas que pasan gran parte de su jornada de pie o sometido a vibraciones, deberían usar calzado con absorción de energía en el tacón para mejorar el confort parte de su jornada laboral andando, de pie o sometidas a vibraciones. Es un requisito opcional, que se distingue por el código de marcado (E).

No dejes que tus pies te retengan: ¡Actúa hoy mismo!

En el sector de servicios, donde los trabajadores pasan largas horas de pie, la elección del calzado adecuado durante el verano es fundamental. Las altas temperaturas y la humedad pueden convertir un calzado inadecuado en algo intolerable, llevando al trabajador a evitarlo o a usarlo de forma intermitente, lo que pone en riesgo su seguridad.

La ergonomía y la innovación en materiales son claves para ofrecer calzado que se adapte a las necesidades del trabajador. Esto no solo garantiza comodidad durante toda la jornada laboral, sino también la protección adecuada. Además, las características ergonómicas del calzado contribuyen a prevenir patologías del pie a largo plazo.

Invertir en el calzado adecuado es una inversión en tu salud y seguridad. Habla sobre tus necesidades con un profesional del EPI que te ayude a encontrar un calzado que cumpla con los requisitos específicos de tu trabajo, mientras mantiene tus pies frescos y cómodos durante todo el verano. Recuerda, priorizar la ergonomía no es un lujo, es una necesidad para una temporada de trabajo de verano productiva y sin dolor.

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