Todos los riesgos a los que se enfrenta un/a trabajador/a en su día a día son importantes, todos los riesgos pueden plantear una seria amenaza para su salud y seguridad, todos los riesgos pueden tener consecuencias que inciden directamente sobre la calidad de vida de los/as trabajadores/as o simple y llanamente, poner en riesgo la propia vida.

Sin embargo, no hay duda de que hay algunos tipos de riesgos que nos parecen más evidentes, hay algunos que nos llaman más la atención, o por decirlo de otra manera, nos ponen más alerta. Son riesgos donde el peligro es más inminente, donde la materialización de ese peligro habitualmente tiene como consecuencia un accidente grave o mortal, y/o el desarrollo de una enfermedad profesional (no debemos olvidarlo nunca). En esta entrada del blog, trataremos del calzado con propiedades eléctricas, y de sus requisitos asociados, los cuales están destinados a ofrecer protección frente a riesgos derivados de la electricidad.

Cuando hablamos de riesgo eléctrico, solemos pensar únicamente en los riesgos derivados del paso de corriente a través del cuerpo del trabajador. Sin embargo, el riesgo asociado a la electricidad supone un enfoque mucho más amplio que debemos tener en cuenta a la hora de planificar las actividades preventivas. Los riesgos que debemos considerar, y que están asociados a la electricidad son:

  1. Electrocución. Supone el contacto con un elemento en tensión. Se deberán tomar medidas para evitar el paso de corriente eléctrica a través del cuerpo del trabajador.
  2. Quemaduras. Como consecuencia de un arco eléctrico provocado por un cortocircuito, el trabajador se expone a un nivel de energía térmica tal que puede provocarle quemaduras de consideración. El arco eléctrico es una descarga disruptiva en la cual la corriente eléctrica salta de un elemento conductor en tensión a otro, o simplemente al suelo. El resultado es fenómeno que puede resultar extremadamente violento, cuya severidad está condicionada por factores como la proximidad del trabajador a la fuente, intensidad de corriente, el medio físico donde se produce o la forma y materiales de la instalación eléctrica. Los estudios y guías asociadas a la seguridad eléctrica, establecen la necesidad de evaluar el riesgo asociado al arco eléctrico en instalaciones donde existan tensiones superiores a 250 V.
  3. Explosión. La acumulación de cargas electrostáticas puede originar una chispa que, en caso de trabajar en atmósferas explosivas, puede dar lugar a una explosión.

Cuando la preceptiva evaluación de riesgos laborales, ha determinado que se debe utilizar algún tipo de EPI para ofrecer protección frente a los riesgos evaluados, y asociados con la electricidad, el calzado suele formar parte del conjunto de EPI destinados a la protección contra dichos riesgos. La única excepción a este hecho se asocia con la protección contra el arco eléctrico de cortocircuito ya que, para dicho riesgo, no hay una norma disponible destinada a definir los requisitos del calzado protector frente a quemaduras provocadas por estos eventos.

A continuación, se detallan una serie de las principales propiedades eléctricas asociadas al calzado que puede ayudar a prevenir o proteger determinados tipos de riesgos asociados a la electricidad.

Calzado conductor

Se trata de un tipo de calzado que se caracteriza por tener un valor de resistencia eléctrica lo suficientemente bajo (R< 100 kΩ) para permitir la rápida disipación de las cargas electrostáticas, minimizando así la posibilidad de que se produzcan acumulaciones de carga electrostática en el usuario que puedan dar lugar a chispas, que podrían llevar a ocasionar explosiones, incendios, daños en material electrónico, etc. Debido a su bajo valor de resistencia eléctrica, el uso de calzado conductor ha de hacerse únicamente cuando se ha eliminado por completo la posibilidad de entrar en contacto con algún elemento en tensión.

Puede encontrarse esta propiedad en el calzado de seguridad (EN ISO 20345:2011), calzado de protección (EN ISO 20346:2014) y trabajo (EN ISO 20347:2012). En el marcado del calzado, esta propiedad adicional del calzado de uso laboral se designa mediante la letra-código C.

Calzado antiestático

Con una resistencia eléctrica algo superior a la del calzado conductor (100 kΩ < R ≤ 1000 kΩ), esta resistencia permite la disipación de cargas electrostáticas, reduciendo así el riesgo de generación de chispas, a la vez que ofrece cierta protección contra choques eléctricos peligrosos en caso de defecto de algún aparato eléctrico durante su funcionamiento hasta voltajes de 250 V.

Los usuarios de este tipo de calzado han de tomar precauciones adicionales ya que, bajo ciertas condiciones, el calzado podría ofrecer una protección inadecuada.

El marcado que designa al calzado antiestático es la letra-código A, aunque el calzado de seguridad categoría S1, el calzado de protección categoría P1 y el calzado de trabajo O1 cumplen con los requisitos preceptivos para el calzado antiestático.

Calzado aislante de la electricidad

El calzado aislante de la electricidad está previsto para su uso en trabajos eléctricos en baja tensión.

Se distinguen dos clases eléctricas dentro de este tipo de calzado: la Clase 00 para trabajos en instalaciones de hasta 500 V (c.a.) y la Clase 0 para trabajos en instalaciones de hasta 1000 V (c.a.).

El calzado aislante de la electricidad ha de superar los ensayos que se definen en la norma EN 50321:1999

Según lo establecido en las normas EN ISO 20345, 20346 y 20347, el calzado aislante sólo puede ser de Clasificación II, es decir, sólo puede ser calzado todo-caucho o todo-polimérico.

Otras propiedades eléctricas

En relación a otras propiedades eléctricas habitualmente presentes en el mercado, y concretamente al calzado con marcado ESD, es preciso puntualizar que la norma EN 61340-4-3 es una norma específica de ensayo para este tipo de calzado. Su capacidad de disipación de carga electrostática, asociada a la resistencia que ejerce el calzado a la conducción eléctrica, se encuentra en un punto intermedio entre el calzado antiestático y conductor. Adicionalmente, es muy importante señalar que, esta norma está desarrollada con el objetivo principal de ofrecer protección de productos electrónicos sensibles a los efectos perjudiciales de una descarga electrostática.