Cuando hablamos de protección ocular y facial en el ámbito laboral, desde la construcción hasta la investigación científica, se debe contar con la normativa aplicable como herramienta para garantizar la seguridad de trabajadores y trabajadoras. Actualmente, existen dos normas aplicables a los requisitos generales de los protectores oculares y faciales. Por un lado, tenemos la norma EN ISO 16321-1, en vigor desde 2022, más amplia y adaptada al estado de la técnica, y la norma EN 166, referente en la protección ocular y facial durante las dos últimas décadas.
EN ISO 16321-1. Enfoque moderno
La norma EN ISO 16321-1 propone una guía de requisitos generales para una amplia gama de equipos de protección ocular y facial. Esta norma nace con el propósito de ser una referencia esencial para la protección ocular en una gran variedad de riesgos en diferentes industrias.
Ámbito de aplicación
Aplica a protectores oculares y faciales utilizados en actividades laborales lentes con si sin corrección (prescrita o no). También aplica a equipos de protección ocular y facial utilizados en tareas de bricolaje y en centros educativos. Esta amplitud en su ámbito de aplicación le proporciona gran utilidad en multitud de sectores de actividad y entornos laborales.
No obstante, la parte 1 de la norma no aplica a radiaciones ionizantes, ni a soldadura, aplicaciones médicas, ni a protección solar no ocupacional.
Requisitos
Se establecen requisitos ópticos, físicos y geométricos, más detallada y específicamente, ya que el protector no solamente debe brindar protección frente a los riesgos, sino que debe facilitar una visión óptima a la persona usuaria.
Incluye directrices sobre resistencia mecánica, protección contra impactos de partículas y fragmentos voladores, radiación ultravioleta (UV) e infrarroja, polvo, salpicaduras de líquidos, metales fundidos, calor radiante, sólidos calientes, gases nocivos, vapores, aerosoles, etc. Estos requisitos, además de tener como propósito garantizar la protección, aseguran también que sean duraderos y confiables.
La norma da especial relevancia a las prestaciones de los protectores ocular, así como la evaluación de los riesgos contra los que se pretende proteger. Esto garantiza una protección más personalizada y efectiva.
Además, los requisitos de diseño, confort, compatibilidad con otros EPI tiene destacada importancia, ya que la ergonomía es imprescindible en un correcto uso y consecuente protección brindada por el equipo.
Marcado e Instrucciones
Establece requisitos específicos y detallados sobre el marcado y etiquetado de los equipos de protección, incluyendo información sobre las diferentes características o prestaciones de protección del equipo.
También establece detalladamente las directrices sobre el contenido de la información suministrada por el fabricante y las instrucciones de uso.
EN 166. Norma de referencia durante dos décadas
La norma EN 166 es una norma que establece de manera específica los requisitos y características técnicas de los equipos de protección ocular y facial. Entró en vigor en 2002, siendo desde entonces, la norma de referencia en la protección ocular y facial. Actualmente sigue en vigor, hasta que su sustitución por la norma EN ISO 16321-1 se haga efectiva de manera completa tras el período de transición de convivencia entre ambas normas en el que nos encontramos actualmente.
Ámbito de aplicación
La norma EN 166 aplica a protectores oculares y faciales contra distintos riesgos que pueden provocar lesiones o alteraciones en la visión, como los que se pueden producir en la industria, laboratorio, centros educativos, actividades de bricolaje, etc.
Se quedan fuera del alcance las radiaciones UV e infrarroja, radiaciones ionizantes, láser, aplicaciones médicas, soldadura y protección solar destinada a uso no ocupacional.
Requisitos
De la norma EN 166 agrupa los requisitos en básicos, particulares y opciones, entre los que están los requisitos ópticos, como la transmisión de luz y el reconocimiento de colores. También establece requisitos mecánicos, sobre la resistencia a impactos, abrasión y productos químicos.
Con estos requisitos se pretende garantizar a la persona usuaria una visión precisa, soportando condiciones extremas, y recibiendo una protección constante.
Se establece una clasificación de protectores oculares según su utilización y tipo de protección brindada.
Marcado e Instrucciones
Establece una serie de requisitos de marcado, en el que se plasman la clasificación y niveles de protección del equipo.
Asimismo, se detallan los requisitos de la información e instrucciones suministradas por el fabricante.
Comparativa entre las normas EN ISO 16321-1 y EN 166
Como ya se ha comentado antes, la norma EN 166 ha sido la referencia en la protección ocular y facial durante dos décadas, y, gracias a su carácter abierto y menos específico, se ha podido adaptar durante ese tiempo. No obstante, debido a la evolución de la tecnología, la evaluación y gestión de los riesgos laborales se ha evidenciado la necesidad de una actualización.
Por ello, se elaboró la norma EN ISO 16321, compuesta en una serie de varias partes, que introduce mejoras significativas, estableciendo requisitos más específicos y precisos, lo que favorece su actualización y aplicación.
Las principales diferencias que se observan entre la norma EN 166 y la norma EN ISO 16321-1 se podrían resumir en las siguientes:
Campo de aplicación
El ámbito de aplicación se amplía. La norma EN 166 estaba enfocada básicamente a la resistencia a impactos y sustancias químicas, mientras que la EN ISO 16321-1 amplía su alcance a las radiaciones ultravioleta (UV) e infrarroja.
En las diferentes partes de la serie de la norma EN ISO 16321, se contemplan las diferentes aplicaciones adicionales:
- EN ISO 16321-2. Requisitos adicionales para soldaduras y técnicas afines.
- EN ISO 16321-3. Requisitos adicionales para protectores de malla.
- prEN ISO 16321-4 (en preparación). Requisitos adicionales para riesgos biológicos.
Mayor especificidad
La norma EN ISO 16321-1, establece requisitos más detallados y específicos sobre las características ópticas, de resistencia mecánica, calor radiante, impactos, sustancias químicas, salpicaduras de líquidos y radiaciones UV e infrarrojas. En consecuencia, la norma también establece renovados y más específicos métodos de ensayo para poder evaluar dichos requisitos.
Además, se destaca el enfoque claro en la evaluación de riesgos específicos, proporcionando una herramienta más útil en la selección de los EPI adecuados para la protección ocular y facial, según cada entorno laboral.
Como consecuencia de dicha mejora en la especificidad y concreción en los diferentes riesgos, se recibe una protección más eficiente, efectiva y personalizada.
Asimismo, también cobran mayor protagonismo el diseño y la ergonomía, ya que el EPI no se percibe atractivo ni cómodo, no se usa y no se obtiene la protección deseada.
Actualización tecnológica
La actualización tecnológica es otra mejora que brinda la norma EN ISO 16321-1, ya que ésta integra los últimos avances tecnológicos y científicos, lo que asegura que la aplicación de la normativa en los protectores oculares y faciales tenga en cuenta el estado actualizado de la técnica.
Esto tiene también como consecuencia que los protectores oculares conformes con la norma estén en la vanguardia tecnológica.
Marcado e información suministrada por el fabricante
La norma EN ISO 16321-1 establece requisitos más detallados, tanto en las lentes/filtros, como en las monturas. De la misma manera se detallan y actualiza la información que debe suministrar el fabricante con cada EPI.
Estas mejoras ayudan a una identificación fácil y clara sobre las prestaciones y características de protección que brinda el EPI.
Periodo de aplicación de las normas EN 166 y EN ISO 16321-1
La norma EN ISO 16321-1 entró en vigor en 2022, y ha sido modificada en 2023. Actualmente se encuentra en vigor junto con la norma EN 166, dentro del período de transición establecido por el comité de normalización de protección ocular CEN/TC 85.
Dicho período de transición finaliza en noviembre de 2024. No obstante, el comité de CEN ha considerado que podría ser necesario ampliar hasta mayo de 2025 para que los organismos notificados y los fabricantes tengan más tiempo para adaptarse al cambio, adquiriendo y poniendo en funcionamiento los equipos necesarios para el ensayo los primeros, y adaptar sus procesos de fabricación los segundos. Esta ampliación se ha solicitado a la Comisión Europea, aunque aún no se ha recibido respuesta, por lo que, en el día en que se ha publicado este artículo, está previsto que finalice el período de transición en noviembre de 2024.
Conclusión
La entrada en vigor de la norma EN ISO 16321-1 constituye una mejora significativa en la protección ocular para prácticamente todos los sectores de actividad. Es bien conocida la efectividad y solvencia de la norma EN 166 estas dos últimas décadas, pero la norma EN ISO 16321-1 presenta una renovación casi completa, brindando una visión más concreta, definida y actualizada de las necesidades de protección ocular y facial.
No obstante, la norma no solo amplía y mejora la protección que ofrecen los equipos, sino que proporciona herramientas más precisas para la evaluación de riesgos, garantizando la adaptación a condiciones y riesgos laborales variables.
Además, la norma EN ISO 16321 consta de una serie de partes: la EN ISO 16321-1, EN ISO 16321-2, EN ISO 16321-3 y EN ISO 16321-4, que, además de abordar los requisitos generales en la parte 1, como ya hemos visto en este artículo, aplican a la protección ocular y facial para soldadura y técnicas afines, protectores de malla y contra riesgos biológicos. De esta manera, en una sola serie de una misma norma, se amplía y se concentra en una misma norma el campo de aplicación para la protección ocular y facial.
La protección ocular y facial es esencial para la seguridad y salud de trabajadores y trabajadoras en casi todos los sectores de actividad. Es por ello esencial que el grado de conocimiento y familiarización de los profesionales de la prevención de la normativa aplicable sea el mayor posible, ya que una correcta aplicación de la norma EN ISO 16321 garantiza una protección ocular y facial óptima mediante la selección y uso de los mejores y más avanzados tecnológicamente equipos de protección ocular y facial disponibles.