El cuerpo humano no está diseñado para el frío polar. Sin embargo en invierno el frío es el lógico y habitual protagonista y es cuando llegamos a esta estación el momento protegerse con una indumentaria adecuada para evitar incomodidades, resfriados o problemas de salud mayores.

Para mantener el cuerpo caliente en invierno hay una fórmula infalible: resguardar nuestra cabeza y nuestras extremidades a conciencia con prendas y calzado que nos protejan eficazmente de esta incómoda sensación, puesto que cabeza, pies y manos son considerados, «puntos fríos » a través de los cuales se pierde mucho calor.

En casos de frío extremo ...